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Tengo un poco olvidado el blog y no he puesto ninguna entrada desde hace tiempo, el motivo es que he estado muy liada con temas de trabajo que no me han dejado tiempo para nada, pero de hoy no pasa sin que ponga una entrada nueva.
El tema va a ser un color: el morado, violeta, lila, etc., toda la variedad de esa gama de color, me apetece escribir a cerca de este color asi que he buscado información por internet que os dejo aquí acompañada tanto de fotos mías (las que están firmadas), como fotos también tomadas de internet de las cuales desconozco el autor.
No me había dado cuenta pero siempre me inclino por ese color en todo lo que veo, me atrae como un imán y tengo bastantes cosas en esos tonos, supongo que algo tendrá que ver el haber nacido en la ciudad de las violetas, Toulouse, todo influye. Si os apetece saber algo más de esta preciosa ciudad, hice una entrada dedicada a las violetas de Toulouse.
Se dice de las personas amantes del color violeta que tienen mentes libres de prejuicios y se separan de los dogmas establecidos, que les gusta la magia, y que tratan de disfrutar al máximo de los cristalinos sentimientos del corazón, algo que va muy acorde conmigo.
El violeta es el color en el que se funden todos los opuestos porque combina la sensualidad y la espiritualidad, el sentimiento y el entendimiento, el amor y la abstinencia. También marca el límite entre lo visible y lo invisible siendo el color más íntimo del arco iris al enlazar con el invisible ultravioleta.
Como curiosidad destacar que, cuando se está haciendo de noche, es el último color antes de la llegada de la oscuridad total.
Ficha técnica
Longitud de onda: entre los 380 – 450 nm, es el color de menor longitud de onda y se encuentra al final del espectro visible.
Etimología: Del francés violette diminutivo de la viole. A su vez el latín viola proviene del griego y su raíz es ion o violeta en flor. El adjetivo violáceo nace en el siglo XVI; antes se decía violado, o bien, color de la viola.
Nombres o matices de violeta: caracho, cardenal, cárdeno, cinzolín, chirlo, esquimosis, lila, liláceo, morado, obispo, ostro, púrpura, purpúreo, purpurado, purpurino, renegrido, violáceo, violado.
El violeta es una mezcla que sale
del color azul y rojo, mientras que el lila es el resultado de mezclar violeta
con blanco. El azul es paz, melancolía, serenidad… y el rojo es pasión, deseo e
incluso agresividad.
El violeta o púrpura es el color de los sentimientos ambivalentes. Muchas personas no saben distinguir entre el violeta y el lila. La diferencia es que el violeta es mezcla de rojo y azul, mientras que el lila es la de violeta con blanco, es decir, es un violeta de clave alta. En ningún otro color se unen cualidades tan opuestas como en el violeta: es la unión de rojo y azul, de lo masculino y lo femenino, de la sensualidad y la espiritualidad. La unión de los contrarios determina el simbolismo del violeta.
El violeta es el color del poder y la violencia. En italiano violeta es viola, “violencia”, violenza y violare, violar. Históricamente el púrpura violado era el color de los poderosos, de los que gobernaban. Antiguamente el color para honrar a Dios, era el mismo color que el de los soberanos. La preparación de una vestimenta violeta o púrpura duraba años, y llevar algo de color púrpura si no se pertenecía a la clase social autorizada para hacerlo, era castigado con la pena de muerte. En Roma, el púrpura era por ley el color imperial. Goethe afirma que este color causa una impresión de seria dignidad.
En contraposición con el poder, el violeta es también el color de la penitencia y la sobriedad, y uno de los colores de la devoción y la fe. Como color litúrgico de la Iglesia Católica, es el color del tiempo de recogimiento, del ayuno en adviento y del tiempo de cuaresma; en estos días todos los sacerdotes católicos visten de violeta cuando dicen la misa. Según Escudero al violeta se le ha asignado un simbolismo de resignación; ha significado amor, pasión, verdad y penitencia.
El violeta está también presente en las misas de difuntos. En el simbolismo cristiano, es el color de la humildad contraria al poder, ya que los soberanos gobiernan mediante la fuerza, mientras que los cardenales y la Iglesia lo hacen mediante la humildad. Es el color de la eternidad y la justicia. En la Iglesia evangélica, el violeta es hasta hoy el color eclesiástico. El violeta es el color de lo divino.
El violeta es el color más singular y extravagante de los colores. Las cosas que existen de color violeta, también existen en otros colores, ya que nada de lo que nos rodea, tiene al violeta como su color natural. El lila y el violeta son los colores que más raramente se ven en la naturaleza. Ambos reciben el nombre de escasas flores o frutas de estos colores. La flor de la violeta da incluso su nombre al elemento químico yodo: en griego clásico, violeta es ion, de donde se deriva yodo (iodes = de color violeta). Cuando el yodo se calienta, desprende vapores de color violeta. Pero el violeta es el menos natural de los colores.
El violeta es el color de la magia, lo oculto, la fantasía, la trasmigración de las almas y lo esotérico. Es el color de la superstición. Combina el sentimiento y el entendimiento, el amor y la abstinencia. En él se funden todos los opuestos. Marca el límite entre lo visible y lo invisible. De noche es el último color antes de la oscuridad total. Simboliza el lado inquietante de la fantasía, el anhelo de hacer posible lo imposible. En el esoterismo, el violeta corresponde al color del cerebro, donde se unen los sentimientos con el entendimiento. Le Heard lo asocia a la época en la cual las experiencias del individuo se transforman en sabiduría, la etapa del buen juicio y la benevolencia.
Es además el color de la vanidad y uno de los colores de lo femenino. Quien viste de violeta quiere llamar la atención. El violeta y el lila han sido siempre los colores preferidos para empaquetar chocolates. Es el color de los pecados “bonitos”, de los pecados “dulces”. Es el color del feminismo, uno de los tres colores del movimiento feminista: violeta, blanco y verde. El violeta, color de los soberanos, simbolizaba la sangre real que corría por las venas de cada luchadora por el derecho al voto femenino, su conciencia de libertad y dignidad.
El violeta es también el color de la sexualidad pecaminosa, del sexo prohibido, del sexo desinhibido. Es también el color de la homosexualidad. En él se unen lo masculino con lo femenino, ningún otro color podría simbolizar mejor la homosexualidad. En los tiempos en que se discriminaba y castigaba la sexualidad, las camisas de color lila y los pañuelos violeta, eran signos discretos entre aquellos que se “entendían”. Lüscher dice que el violeta es elegido por los homosexuales y las lesbianas como una compensación de su inseguridad emocional; también lo identifica para representar una unión íntima y erótica.
Es el color de la ambigüedad, lo inadecuado y lo subjetivo. Es también el color de lo original y la moda. Estéticamente es considerado demasiado atrevido para vestir. El violeta era el color favorito del art nouveau. En aquella época la naturaleza parecía tan estilizada que parecía creada por diseñadores, y el violeta ocupó un puesto de honor. Las demoníacas figuras femeninas de los artistas del art nouveau, como Gustav Klimt, visten a menudo de violeta, casi siempre combinado con plata y oro. En los cuadros de la época apenas había colores primarios, pues lo no artificial, lo natural, no podía ser arte.
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Esta foto la hice desde un crucero en alta mar, me llamó mucho la atención ya que nunca había visto un reflejo de luna en morado. Este color me persigue jeje. |
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El violeta amatista es un color relajante y sutil al que se le asocia una gran fuerza espiritual y una especial sensibilidad, y que además suele tener un efecto calmante y de control sobre personas irritadas o irritables.
Las tonalidades más claras del
color violeta pueden ser buenas para pintar una habitación que queremos usar
para meditar. Es un color muy adecuado para las cosas relacionadas con las sensaciones
espirituales.
Al chakra del cerebro se le atribuye el color violeta porque en él se unen los sentimientos y el entendimiento, al igual que se unen rojo y azul para dar como resultado el violeta.
Son más las personas que rechazan al violetas que las que lo prefieren. El 12% de las mujeres y el 9% de los hombres lo nombran como el color que menos les gusta, mientras que sólo el 3% de las mujeres y de los hombres lo nombran como su color favorito.
En
Madrid también es muy conocida la flor de la violeta ya que con ella se elabora
un dulce muy conocido por los madrileños como por los turistas, se trata de los
caramelos de violeta.
Este
caramelo está elaborado con esencias de esta flor, es pequeño de tamaño y tiene
forma de la flor con cinco pétalos y es de color violeta. Y puedo asegurar que están muy ricos con un sabor muy particular que no deja indiferente.
Su
origen está en una pastelería madrileña en la Plaza de Canalejas que se llama “La
Violeta”. El pastelero Mariano Gil las inventó y las lleva vendiendo desde
1915. Esta tienda sigue estando situada en su lugar de origen, es pequeñita
pero muy bonita, es de madera y nunca ha cerrado sus puertas.
En el
enlace podéis saber más sobre la historia esta pastelería La Violeta.
La mayor parte del texto de la entrada está sacado de esta pág: proyectacolor