Hoy os voy a hablar una vez más sobre México, en este caso se trata de el Rey Pakal "Escudo Solar". La foto de la cabeza del Pakal no es mía, en su día la saqué de la web, las otras las hice en mi primera visita a la zona maya de Palenque en 1997. Tengo que decir que esta zona fue una de las que más me impactó al llegar, vas por un camino en medio de la selva y de repente, en medio de la espesura de los árboles, pasas y es como cuando corres las cortinas, aparece ante tí la inmensidad de la Pirámide de las Inscripciones y todo su entorno.....verdaderamente me impresionó mucho y aún tengo esa visión en el recuerdo, no se como estará actualmente, pero en ese año aún estaba en estado salvaje toda la zona.
Retrato de Pakal. esta cabeza de estuco representa al rey en su juventud.
La nariz en relieve se prolonga sobre la frente. Altura: 29 cm.
(Museo nacional de Antropología, Ciudad de México).
PAKAL - "ESCUDO SOLAR"
En el año 615 ascendió al trono K’ínich Janaab’Pakal, cuyo nombre significa “Gran Escudo Solar”, también conocido como Pakal el Grande, hijo de Sak K’uk’. Aparentemente asumió el gobierno a los doce años, en un período difícil posterior a las guerras, pero su gobierno –que duró 68 años– fue tan importante que levantó la decaída ciudad y la condujo a una época de máximo florecimiento. Realizó varias obras arquitectónicas importantes para conmemorar esta etapa de prosperidad. Es precisamente este Señor de Pakal quien yace en la cripta funeraria del Templo de las Inscripciones.
Pacal (el grande, para diferenciarlo de uno de sus tíos que no reinó) nació el 6 de marzo del año 603 (todas las fechas del presente trabajo son d. C.) y murió el 30 de agosto del año 684 (la exactitud de las fechas es normal en un mundo tan concienzudo astronómicamente como los mayas), siendo el rey o señor de la ciudad de Palenque (y de un amplio territorio a su alrededor) desde el año 615 hasta su muerte (Ciudad, 1992: 213 y Fiedel, 1996: 324). Era hijo de la reina Zac Kuk, que reinó entre los años 612 al 640, y nieto del rey que fundó su dinastía.
Según pone en la misma losa sepulcral, de la que se extraen muchos datos de su historia (Ciudad, 1992: 213), este rey fue muy querido por su pueblo e hizo muchas obras públicas.
El reinado de Pacal, y de su descendiente (su hijo K'inich Kan Balam -"Serpiente Jaguar orientado al Sol"-, que gobernó entre el 683 y el 702, y que mandó construir muchos de los grandes edificios públicos de Palenque), representa el mejor momento de su ciudad, habiéndose aliado ambos con otros señores de ciudades vecinas mediante matrimonio.
Pirámide de las Inscripciones, Palenque.
PALENQUE
La Zona Arqueológica de Palenque, descubierta en el siglo XVIII, se encuentra ubicada en el norte del Estado de Chiapas, formando parte de la porción central del área maya, que tuvo un notable desarrollo cultural hasta fines del período Clásico. Se ubica al norte del río Usumacinta en territorio mexicano y su nombre original es B'aakal. Es un sitio de sobresaliente belleza arquitectónica e importancia estética, lo que hace que esta excepcional ciudad, enclavada en medio de la selva, sea una de las más grandiosas creaciones de los hombres antiguos.Aún falta por explorar y restaurar templos cubiertos a forma de montículos, pero a la fecha resalta con notable importancia el Templo de las Inscripciones.
Se diferencia del resto de edificaciones por contar con un trazo planificado desde el inicio. Con el paso del tiempo, los mayas solían construir sobre los templos anteriores para aumentar su magnificencia o por razones sociales y políticas. Con gran frecuencia esto daba como resultado templos sólidos de varias capas sin cámaras en su interior. Algunas excepciones se encuentran como edificios funerarios con un soberano en la base.
Sin embargo el Templo de las Inscripciones revela un plan seguido minuciosamente, conteniendo una tumba perfectamente construída en su interior.
EL TEMPLO DE LAS INSCRIPCIONES Y EL PALENQUE DE LA ÉPOCA DE PACAL, ASÍ COMO DE SU SUCESOR K'INICH KAN BALAM
Probablemente, el período más destacado de la ciudad maya de Palenque se situó durante los mandatos de Pacal y de su heredero, en torno al año 700 d.C.
Entre las características de este momento histórico está la decoración con estucos, los cuales son uno de los motivos que más fama ha proporcionado a esta antigua ciudad centroamericana.
La fama de Palenque, sin embargo, está más ligada a la impresionante presencia de los templos escalonados del Sol, de la Cruz y de la Cruz enramada, así como al Templo de las Inscripciones (en el que se halló la tumba de Pacal), el cual es, probablemente, el más antiguo y, tal vez también, el que muestra unas líneas y arquitectura más impresionante (Rocchi, 1989: 2115).
La mayoría de estos templos fueron levantados hacia el 692 por K'inich Kan Balam, hijo de Pacal, el cual hizo aparecer a su padre en otros bajorrelieves de la ciudad, como el de la Cruz, en el del templo del Sol o en el de la Cruz enramada, en los que se observa el proceso de su divinización post-mortem.
El Templo de las inscripciones, donde se halla la losa, fue mandado construir por el mismo Pacal o por su hijo (Rocchi, 1989), para que fuera su tumba, la cual es la más importante nunca hallada en el mundo maya por la calidad de los restos y de las ofrendas allí depositadas, siendo, para los investigadores y aficionados al mundo maya, similar en importancia a la que en su momento tuvo la tumba del faraón egipcio Tut-Anj-Amón.
Entre las características de este momento histórico está la decoración con estucos, los cuales son uno de los motivos que más fama ha proporcionado a esta antigua ciudad centroamericana.
La fama de Palenque, sin embargo, está más ligada a la impresionante presencia de los templos escalonados del Sol, de la Cruz y de la Cruz enramada, así como al Templo de las Inscripciones (en el que se halló la tumba de Pacal), el cual es, probablemente, el más antiguo y, tal vez también, el que muestra unas líneas y arquitectura más impresionante (Rocchi, 1989: 2115).
La mayoría de estos templos fueron levantados hacia el 692 por K'inich Kan Balam, hijo de Pacal, el cual hizo aparecer a su padre en otros bajorrelieves de la ciudad, como el de la Cruz, en el del templo del Sol o en el de la Cruz enramada, en los que se observa el proceso de su divinización post-mortem.
El Templo de las inscripciones, donde se halla la losa, fue mandado construir por el mismo Pacal o por su hijo (Rocchi, 1989), para que fuera su tumba, la cual es la más importante nunca hallada en el mundo maya por la calidad de los restos y de las ofrendas allí depositadas, siendo, para los investigadores y aficionados al mundo maya, similar en importancia a la que en su momento tuvo la tumba del faraón egipcio Tut-Anj-Amón.
Tumba de Pakal. La losa esculpida que la cubría.
Tumba real de K'inich Janaab' Pacal I
Una escalinata desciende hasta encontrarse con una cripta que contiene una tremenda pieza tallada cuyo peso se estima en 5 toneladas y media.Es imposible haber introducido dicho monumento luego de construida la pirámide, por lo que es obvio que formaba parte del plan de construcción el colocarla cuidadosamente mientras continuaban erigiendo el edificio con bóvedas ingeniosas.
La cripta fue abierta el 13 de junio de 1952, revelando la enorme losa de 3.8 por 2.2 metros.
Para llegar a ella desde la parte alta fue necesario remover escombros de relleno estimados en 300 toneladas, mismos que obstruían el graderío. Estos peldaños fueron descubiertos por Alberto Lhuillier en 1949.
En el lugar se encontraron cinco esqueletos de ambos sexos. Los estudios indican que fueron sacrificados con la intención de acompañar al soberano Pacal al más allá. Alrededor se detalla a sus antepasados en varias generaciones.
Alberto Ruz, el arqueólogo mexicano que descubrió la losa, encontró en dicha pirámide unas escaleras abovedadas, tardando casi cuatro años en llegar desde la entrada de esas escaleras hasta la tumba, a dos metros bajo el nivel del suelo, ya que tuvo que limpiar antes 25 metros de escalera rellenada, intencionalmente, con mampostería.
Finalmente alcanzó la antecámara (previa a la cámara sepulcral) en 1952, donde halló los esqueletos de cinco o seis jóvenes, aparentemente víctimas sacrificadas en honor del difunto allí inhumado. Una enorme laja de piedra triangular bloqueaba la puerta de dicha antecámara.
Tras ella, la cámara sepulcral, con unas medidas de 10 por 7 metros (Gutbrod, 1987: 345), cuyas paredes estaban decoradas con relieves de estuco. En la misma se hallaba un sarcófago monolítico, cerca de su centro, que contenía un esqueleto (caso no muy habitual en el mundo maya) de un ser humano normal (ningún ser extraterrestre), que según Gutbrod era alto para la altura media de los mayas (1987: 345).
El esqueleto fue encontrado en posición de decúbito supino, es decir, estirado y boca arriba, con su cara cubierta por una mascara de mosaicos de jade y con unas orejeras. Sobre el cuerpo, medio tapándolo, muchas joyas también de jade y madreperlas.
El esqueleto fue encontrado en posición de decúbito supino, es decir, estirado y boca arriba, con su cara cubierta por una mascara de mosaicos de jade y con unas orejeras. Sobre el cuerpo, medio tapándolo, muchas joyas también de jade y madreperlas.
También se hallaron semillas en el interior del sarcófago, así como dos figuras de jade que ocupaban un lugar cerca del esqueleto, representando una al mismo Dios Sol. El cuerpo y las ofrendas habían sido cubiertos por cinabrio rojo. Bajo el sarcófago se hallaron dos cabezas de terracota, con motivos en rojo también.
Encima del sarcófago se halló una losa rectangular de 3,8 metros, con motivos esculpidos en bajorrelieve y con una larga inscripción alrededor, la cual hablaba acerca de las gestas del muerto, así como de sus fechas de nacimiento y muerte, así como las fechas de muerte de sus predecesores. Nada especialmente raro desde una perspectiva histórica.
En la cámara mortuoria se halló también una gran serpiente de terracota, símbolo del enlace entre los vivos y el más allá, que iba desde el sarcófago hasta la puerta (Gutbrod, 1987: 346).
Losa que cubría el sarcófago de Pakal, en Palenque (Fiedel, 1996 fig. 95).
La losa sobre la que está esculpida esta figura fue descubierta en la ciudad maya de Palenque (en la zona de Chiapas -México-) por el arqueólogo mexicano Alberto Ruz Lhuillier, en el año 1949, en el interior de una pirámide escalonada de unos veinte metros de altura conocida como "Templo de las inscripciones".
En la cámara mortuoria se halló también una gran serpiente de terracota, símbolo del enlace entre los vivos y el más allá, que iba desde el sarcófago hasta la puerta (Gutbrod, 1987: 346).
Losa que cubría el sarcófago de Pakal, en Palenque (Fiedel, 1996 fig. 95).
La losa sobre la que está esculpida esta figura fue descubierta en la ciudad maya de Palenque (en la zona de Chiapas -México-) por el arqueólogo mexicano Alberto Ruz Lhuillier, en el año 1949, en el interior de una pirámide escalonada de unos veinte metros de altura conocida como "Templo de las inscripciones".
ALGUNAS HIPÓTESIS RACIONALES QUE TRATAN DE EXPLICAR EL SIGNIFICADO DEL BAJORRELIEVE ESCULPIDO EN LA LOSA
Sobre qué representa esta figura ha habido a lo largo del tiempo diversas hipótesis que tratan de dar una explicación sobre la base de las pocas evidencias halladas, según una perspectiva racional. En todas dichas hipótesis se atribuye la figura humana central y el esqueleto como pertenecientes a Pacal. En general, son coincidentes, excepto en cuestiones de detalle que son las que destacamos, para después discutirlas todas en el apartado siguiente.
Según Alberto Ruz(4), su descubridor, tanto el esqueleto como la figura humana, corresponden al rey Pacal de Palenque, sin duda. Para este autor mexicano, la figura epigráfica lo representa con todos los rasgos mayas posibles en su cara, apoyado, de espaldas, sobre el esqueleto del demonio de los cuatro puntos cardinales, bajo el árbol sagrado que corona el pájaro Quetzal, el cual es uno de los símbolos del Dios Sol (este estudio se hizo hace cuarenta años).
Otra hipótesis cree que la losa nos habla de tres mundos, el inferior (de los infiernos), el central (de la Tierra) y el superior (del cielo). En los infiernos se puede observar la cara de un monstruo que mira de frente, enseñando sus dientes. En la parte del centro estaría, básicamente, el árbol de la vida (con forma de cruz), con una serpiente bicéfala en sus ramas claramente visible, de cuyas fauces surge un diosecillo, y con un pájaro en su rama superior (Rocchi, 1989).
Según Fiedel (1996: 324) la figura de la losa representa al rey Pacal engullido por un monstruo del mundo subterráneo, del mismo modo que el Sol se pone al atardecer devorado por otro monstruo de dicho mundo. Según esta interpretación, tras la noche (muerte) el Rey volvería, como el Sol, a brillar en el cielo. Esto se ve más claro por la asociación que su hijo hizo de Pacal con nuestro Astro-Rey en numerosos templos.
Según Alberto Ruz(4), su descubridor, tanto el esqueleto como la figura humana, corresponden al rey Pacal de Palenque, sin duda. Para este autor mexicano, la figura epigráfica lo representa con todos los rasgos mayas posibles en su cara, apoyado, de espaldas, sobre el esqueleto del demonio de los cuatro puntos cardinales, bajo el árbol sagrado que corona el pájaro Quetzal, el cual es uno de los símbolos del Dios Sol (este estudio se hizo hace cuarenta años).
Otra hipótesis cree que la losa nos habla de tres mundos, el inferior (de los infiernos), el central (de la Tierra) y el superior (del cielo). En los infiernos se puede observar la cara de un monstruo que mira de frente, enseñando sus dientes. En la parte del centro estaría, básicamente, el árbol de la vida (con forma de cruz), con una serpiente bicéfala en sus ramas claramente visible, de cuyas fauces surge un diosecillo, y con un pájaro en su rama superior (Rocchi, 1989).
Según Fiedel (1996: 324) la figura de la losa representa al rey Pacal engullido por un monstruo del mundo subterráneo, del mismo modo que el Sol se pone al atardecer devorado por otro monstruo de dicho mundo. Según esta interpretación, tras la noche (muerte) el Rey volvería, como el Sol, a brillar en el cielo. Esto se ve más claro por la asociación que su hijo hizo de Pacal con nuestro Astro-Rey en numerosos templos.
Esto es una foto que le he hecho a un grabado al fuego en cuero que compré en Palenque,
lo tengo enmarcado y no consigo que me quede mejor de lo que se ve.
LO QUE EN LA ACTUALIDAD SE CONSIDERA
QUE SIGNIFICA ESTE BAJORRELIEVE
Según Houston y Stuart (1996, 296) los gobernantes mayas no eran considerados, en vida, como dioses. Como mucho, según los textos, eran sagrados. La fusión de estos gobernantes (y de sus esposas/os) con los dioses tenía lugar tras la muerte de éstos, cuando muchos de ellos empezaban a ser venerados juntamente con los héroes ancestrales o fundadores de cada ciudad.
Un ejemplo de este tipo de política sería la romana, en la que los primeros emperadores, pese a no ser entendidos como dioses en vida, sufrían un proceso de divinización tras la celebración de sus ceremonias funerarias, especialmente la de la apotheosis (que viene a significar en griego algo así como paso a la divinidad).
Es por ello que en el mundo maya empezaron a desarrollarse una serie de imágenes que representaban el paso del gobernante muerto a la divinidad, asumiendo, en dicho tránsito, los atributos de alguna deidad. En general los reyes masculinos se asociaban al dios Sol, y las femeninas a la diosa Luna.
Sin embargo, algunos de los miembros de esta clase gobernante también aparecían asociados al dios del Maíz. Este dios era un símbolo de la juventud y de la renovación vegetal, representado un ciclo de transformaciones que vinculaba a los gobernantes con los primeros seres humanos, quienes eran representados como una especie de pasta de maíz.
En esta losa de Palenque, se representaría a Pacal, además de con todos los símbolos antes mencionados (el pájaro Quetztal, la serpiente, todos ellos asociados a la muerte y resurrección) sufriendo un proceso de transformación (metamorfosis) y emergiendo con los atributos del Dios del maíz o de plantas.
Es decir, hallamos presente en la losa, de forma normal, toda la simbología clásica de la muerte y resurrección según las creencias mayas.
Parece claro, pues, por los datos que hemos ido examinando, y por los restos hallados, que de lo que se trata en esta losa es mostrar el cumplimiento de un rito de paso, de un rito de transición, por parte de un señor maya, Pacal, rey de la ciudad de Palenque, en su trance de la vida a la muerte, al tiempo que se inicia un proceso de divinización del mismo.
Creemos que lo esculpido en la losa nos habla, en todos sus símbolos, del proceso de divinización, tras su triunfo sobre la muerte, de Pacal.
Y de ello nos hablan la mayoría de sus elementos identificables, como es la misma presencia del Dios Sol (a través de su símbolo en el pájaro Quetzal) en su doble vertiente, por un lado la de Dios más poderoso del panteón maya y por otro lado, en la perspectiva de Dios que se hunde en las tinieblas cada noche para renacer al día siguiente; o la de hallarse la figura bajo una serpiente, símbolo del tránsito al otro mundo (no solo aquí, en muchas otras cultura, como la moche, que se desarrolló en ese mismo tiempo y que también la usa normalemente en sus representaciones funerarias -Hill, 1998-).
También habla en ese sentido el hecho de ir Pacal revestido con los atributos del Dios del Maíz, que también tiene un marcado simbolismo funerario en la cultura maya, y el estar todo enmarcado por el árbol de la vida, lo cual hace que no podamos dudar mucho de que, muy probablemente, esta es la hipótesis interpretativa más correcta.
Pacal, en su ascensión, escapa de un Demonio (¿demonio de los cuatro puntos cardinales, del mundo subterráneo o el del Infierno?), en la parte inferior, que lo ha "devorado" ritualmente en el momento de su muerte.
¿Y como sabemos que es un demonio del mundo subterráneo?, porque en él hunde sus raíces el árbol de la vida, y porque este árbol está coronado por el Quetzal, el símbolo del Dios principal del panteón. El árbol marca un camino desde la muerte hacia el cielo maya, todo lo cual también se asocia al resto de símbolos hallados dentro del sarcófago y a su alrededor.
Un rey que, por otra parte, por lo que ve en los restos humanos encontrados y en la figura central de la lápida entera tiene los rasgos típicos de los indígenas precolombinos de la zona.
Un ejemplo de este tipo de política sería la romana, en la que los primeros emperadores, pese a no ser entendidos como dioses en vida, sufrían un proceso de divinización tras la celebración de sus ceremonias funerarias, especialmente la de la apotheosis (que viene a significar en griego algo así como paso a la divinidad).
Es por ello que en el mundo maya empezaron a desarrollarse una serie de imágenes que representaban el paso del gobernante muerto a la divinidad, asumiendo, en dicho tránsito, los atributos de alguna deidad. En general los reyes masculinos se asociaban al dios Sol, y las femeninas a la diosa Luna.
Sin embargo, algunos de los miembros de esta clase gobernante también aparecían asociados al dios del Maíz. Este dios era un símbolo de la juventud y de la renovación vegetal, representado un ciclo de transformaciones que vinculaba a los gobernantes con los primeros seres humanos, quienes eran representados como una especie de pasta de maíz.
En esta losa de Palenque, se representaría a Pacal, además de con todos los símbolos antes mencionados (el pájaro Quetztal, la serpiente, todos ellos asociados a la muerte y resurrección) sufriendo un proceso de transformación (metamorfosis) y emergiendo con los atributos del Dios del maíz o de plantas.
Es decir, hallamos presente en la losa, de forma normal, toda la simbología clásica de la muerte y resurrección según las creencias mayas.
Parece claro, pues, por los datos que hemos ido examinando, y por los restos hallados, que de lo que se trata en esta losa es mostrar el cumplimiento de un rito de paso, de un rito de transición, por parte de un señor maya, Pacal, rey de la ciudad de Palenque, en su trance de la vida a la muerte, al tiempo que se inicia un proceso de divinización del mismo.
Creemos que lo esculpido en la losa nos habla, en todos sus símbolos, del proceso de divinización, tras su triunfo sobre la muerte, de Pacal.
Y de ello nos hablan la mayoría de sus elementos identificables, como es la misma presencia del Dios Sol (a través de su símbolo en el pájaro Quetzal) en su doble vertiente, por un lado la de Dios más poderoso del panteón maya y por otro lado, en la perspectiva de Dios que se hunde en las tinieblas cada noche para renacer al día siguiente; o la de hallarse la figura bajo una serpiente, símbolo del tránsito al otro mundo (no solo aquí, en muchas otras cultura, como la moche, que se desarrolló en ese mismo tiempo y que también la usa normalemente en sus representaciones funerarias -Hill, 1998-).
También habla en ese sentido el hecho de ir Pacal revestido con los atributos del Dios del Maíz, que también tiene un marcado simbolismo funerario en la cultura maya, y el estar todo enmarcado por el árbol de la vida, lo cual hace que no podamos dudar mucho de que, muy probablemente, esta es la hipótesis interpretativa más correcta.
Pacal, en su ascensión, escapa de un Demonio (¿demonio de los cuatro puntos cardinales, del mundo subterráneo o el del Infierno?), en la parte inferior, que lo ha "devorado" ritualmente en el momento de su muerte.
¿Y como sabemos que es un demonio del mundo subterráneo?, porque en él hunde sus raíces el árbol de la vida, y porque este árbol está coronado por el Quetzal, el símbolo del Dios principal del panteón. El árbol marca un camino desde la muerte hacia el cielo maya, todo lo cual también se asocia al resto de símbolos hallados dentro del sarcófago y a su alrededor.
Un rey que, por otra parte, por lo que ve en los restos humanos encontrados y en la figura central de la lápida entera tiene los rasgos típicos de los indígenas precolombinos de la zona.
*** Finalmente os pongo unos enlaces a algunas pág. muy completas sobre el tema por si queréis saber más sobre Palenque. Las fotos me tenéis que perdonar porque no son nada buenas, están escaneadas ya que en aquella época que hice le viaje tenía digital y no se me daba muy bien el control de las luces y demás, las he arreglado lo mejor que he podido...el interior de la tumba es un lugar muy estrecho y muy oscuro, tuve la gran suerte de poder entrar hasta allí, actualmente ya no se puede bajar hasta la tumba, se cerró de forma definitiva debido al daño que le han ocasionado las más de 600 mil personas que cada año visitan esa zona arqueológica, los colores originales perdieron vivacidad por la humedad provocada por los turistas. La losa tampoco está ya en su sitio, se la llevaron al museo.
En el museo llamado Alberto Ruz Lhuillier, en honor del arqueólogo descubridor de la tumba de Pakalque. que se ha remodelado se puede ver una reconstrucción de la losa de Pakal en tamaño fiel al original.
En el museo llamado Alberto Ruz Lhuillier, en honor del arqueólogo descubridor de la tumba de Pakalque. que se ha remodelado se puede ver una reconstrucción de la losa de Pakal en tamaño fiel al original.
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Enlaces:
Los Mayas, el apogeo de Palenque.
Arquitectura de los mayas. Está en inglés pero es muy interesante, merece la pena entrar.
Vídeos:
Sobre Pakal y su tumba:
El Dios Pakal, parte 2.
El Dios Pakal, parte 1.
El astronauta de Palenque.
Sobre Palenque:
Palenque, zona arqueológica.
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