En Toulouse hay un agradable jardín japonés, este es uno de sus rincones, me gusta por como resalta ese rojo en medio de tanto verde.
Es un sitio relajante, para pasearse y disfrutar de un momento de paz y tranquilidad y más si hace un día de sol como el que hacía ese día.....lo bonito sería poderlo ver en todas las estaciones del año por que cambia continuamente, en otoño y primavera debe de estar precioso, es un remanso de paz para los sentidos.....minimalista con sus jardines de arena y rocas, siempre hay un puente, una isla, una casita de té, una linterna y un río ...siempre hay números impares en la colocación de rocas y árboles, el agua es el elemento primordial en el diseño de un jardín japonés, lo mismo que las rocas.
Es un sitio relajante, para pasearse y disfrutar de un momento de paz y tranquilidad y más si hace un día de sol como el que hacía ese día.....lo bonito sería poderlo ver en todas las estaciones del año por que cambia continuamente, en otoño y primavera debe de estar precioso, es un remanso de paz para los sentidos.....minimalista con sus jardines de arena y rocas, siempre hay un puente, una isla, una casita de té, una linterna y un río ...siempre hay números impares en la colocación de rocas y árboles, el agua es el elemento primordial en el diseño de un jardín japonés, lo mismo que las rocas.
He encontrado en una web de poesía este poema tan bonito, me he puesto en contacto con el autor y me ha dado permiso para ponerlo aquí, espero que os guste.
Poema al Jardín Japonés
Hablar sin lenguaje,
Meditar sin pensamiento,
Hacerse inocente, desnudo, primero, antiguo.
Escuchar el viento en el bambú,
vivir la caducidad en las hojas de otoño del arce,
vestir los ojos en el color del ciruelo, del cerezo.
Invitación al sueño, a la serenidad.
No hables, no pienses, sólo... camina.
Abre tu mente, desplaza tu cuerpo.
Nada eres sin la naturaleza,
Ser desamparado, perdido. Cruza el puente
hacia el paraíso, hacia la verdadera realidad.
¿ No sientes que todo fluye ? Todo se libera.
Ya no hay ataduras, gravidez, pesadez en los pasos.
Sólo colores, sonidos, sensaciones , susurros..
Las piedras del estanque son islotes,
un mundo simple en miniatura.
Evocación del edén. Entra, entra…
No hables, no pienses, déjate llevar, medita…
El pensamiento es pertinaz gota
que horada la realidad, la modifica,.
El habla te mantiene despierto, no te deja escapar.
Sueña, camina sonámbulo, la armonía aparece,
Ya tienes el universo en tus manos. Ya eres uno.
¡Contémplate!
Meditar sin pensamiento,
Hacerse inocente, desnudo, primero, antiguo.
Escuchar el viento en el bambú,
vivir la caducidad en las hojas de otoño del arce,
vestir los ojos en el color del ciruelo, del cerezo.
Invitación al sueño, a la serenidad.
No hables, no pienses, sólo... camina.
Abre tu mente, desplaza tu cuerpo.
Nada eres sin la naturaleza,
Ser desamparado, perdido. Cruza el puente
hacia el paraíso, hacia la verdadera realidad.
¿ No sientes que todo fluye ? Todo se libera.
Ya no hay ataduras, gravidez, pesadez en los pasos.
Sólo colores, sonidos, sensaciones , susurros..
Las piedras del estanque son islotes,
un mundo simple en miniatura.
Evocación del edén. Entra, entra…
No hables, no pienses, déjate llevar, medita…
El pensamiento es pertinaz gota
que horada la realidad, la modifica,.
El habla te mantiene despierto, no te deja escapar.
Sueña, camina sonámbulo, la armonía aparece,
Ya tienes el universo en tus manos. Ya eres uno.
¡Contémplate!
Autor: Hasieran Jimenez
Representan el universo y están concebidos para inspirar vitalidad y serenidad. Representan el camino de la vida constantemente lleno de cambios, diversos surcos, altibajos, tropiezos y obstáculos, brillo y oscuridad, sombra y luz....en definitiva el ying y el yang, concepto taoísta de la dualidad.
Los primeros jardines japoneses de los que se tiene constancia, estaban en el Palacio Imperial (710 -794 d.C.) ....su diseño ha ido variando a lo largo de la historia como por ejp. las casas de té, estas se fueron poniendo en los jardines a raíz de la introducción del té en Japón procedente de China, más adelante, la ceremonia de té se desarrolló como un rito característico japonés, lo cual tuvo una gran influencia sobre los diseñadores de los jardines. Los maestros del té ordenaban las piedras, de manera artística y práctica para que los que se acercaban a la casa del té no pisotearan el musgo. Durante las ceremonias celebradas al anochecer, se iluminaban estos accesos con el mismo tipo de linterna de piedra que se pueden ver en los templos y monasterios. Actualmente, estas linternas son consideradas elemento tradicional del jardín japonés.
Bajo el gran árbol
los peldaños desiguales
que llevan al templo
Haiku de Kotori
Si os interesa el tema del Jardín Japonés, en esta pág. tenéis toda la información muy detallada y muy completa : http://www.jardinesjaponeses.com
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